Aún cantidades pequeñas de embutidos o carnes procesadas pueden incrementar el riesgo de cáncer de colon

 

El consumo de carnes procesadas o embutidos, aún en pequeñas cantidades (por ejemplo, 15 gramos diarios o el equivalente a 1 rebanada delgada de jamón en un sándwich), puede aumentar un 4% su riesgo de sufrir de cáncer de colon. Esto lo explica el Dr. Nigel Brockton, director de investigación del Instituto Americano de Investigación en Cáncer. Y, si se consume una porción de 50 gramos diarios de carnes procesadas o embutidos, su riesgo puede aumentar a un 18%.

 

En comparación, las carnes no procesadas pueden aumentar el riesgo de cáncer cuando se consumen en cantidades más grandes, de más de 100 gramos al día, y la evidencia es más limitada. De hecho, la recomendación de esta institución es de ¨limitar¨ las carnes rojas, y de ¨evitar¨ las carnes procesadas. La Organización Mundial de la Salud, clasificó en el 2015 a los embutidos como Grupo 1 (carcinogénico para humanos). Esto debido a que hay suficiente evidencia en estudios científicos para afirmarlo.

 

Las carnes procesadas incluyen cualquier tipo de carne, sea cerdo, pollo, pavo, cordero u otras, que hayan sido saladas, curadas, ahumadas, fermentadas o procesadas con el fin de preservarlas y modificarles el sabor y color. Esta categoría incluye las salchichas, el jamón, la tocineta, peperoni, salami, mortadela, salchichón, entre otras. Así que por más jamón de pavo 0% grasa, si es un embutido, no se salva de tener ingredientes que puedan ser cancerígenos.

 

Los embutidos reciben su color ¨rosadito¨ por un aditivo llamado nitrito de sodio. Los nitritos y nitratos agregados previenen el botulismo, sin embargo, estudios científicos comprueban de que pueden estar involucrados en la formación de compuestos cancerígenos en el cuerpo.

 

Ahora bien, existen vegetales (como el apio) que contienen nitritos y nitratos también, pero el consumo de éstos no está asociado a procesos de cáncer. ¿Porqué?

 

Algunos embutidos indican ser ¨naturales¨ u ¨orgánicos¨, y en su etiqueta afirman que ¨no tiene preservantes artificiales¨. Sin embargo tenga cuidado, ya que se les agrega jugo o polvo de vegetales (apio) que contienen nitritos en concentraciones altas. De acuerdo a la investigadora Kana Wu, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, éstos se convierten en nitritos o nitrosaminas dentro del alimento por acción bacteriana, o por la acción del calor al cocinarlos. Como resultado, pueden contener las mismas cantidades del ingrediente dañino para la salud.

 

En conclusión, y como le recomendamos a nuestros pacientes en la consulta, evite la compra y consumo de embutidos. Si le encantan, cómalos lo más ocasionalmente posible. Tenga otras opciones para sustituir su uso. Por ejemplo:

 

  • En lugar de huevos con jamón: huevos con tomate, espinaca, chile dulce, cebolla, queso.
  • En lugar de sándwich con jamón y queso: sándwich con frijoles molidos, pollo mechado, atún, aguacate, queso.
  • En lugar de gallos de salchichón: gallos de mano de piedra, de picadillo, de pollo.
  • En lugar de pizza de jamón y queso: pizza con vegetales, arúgula, tomate fresco.
  • En lugar de tocineta al desayuno: aguacate, queso fresco o frito, plátano maduro.